Durante los días del 01 al 06 de noviembre de 2024 nos hemos reunido 18 hermanas de los cuatro países de la provincia María Rosa Molas para participar en la II ASAMBLEA Extraordinaria, realizada en nuestra casa de El Junquito, Venezuela.
Fuimos invitadas a volver la mirada y el corazón al pasaje de Isaías: ¨Súbete a un alto monte, alegre mensajera de la consolación, haz resonar tu voz y diles: ¡Ahí está tu Dios!
Desde la óptica del autor bíblico se nos permite visualizar una imagen vívida de un mensajero que, desde lo alto de un monte, proclama una buena nueva: ¡la presencia de Dios!
MONTE JUNQUITO) Este lugar de encuentro y todo lo que configuró esta experiencia ha representado la elevación espiritual, la cercanía de un Dios que consuela, cuida y ama, y la llamada a fijar la mirada a lo alto, a las realidades terrenas desde la Fe.
MENSAJERO DE LA CONSOLACION HERMANAS) Sus voces liberadas proféticamente resonaron con alegría y esperanza, transmitiendo la certeza de la presencia divina en un mundo marcado por el sufrimiento y la incertidumbre. Mensajeras que, desde el autocuidado, cuidado del otro y su capacidad para GENERAR VIDA comparten e interpelan con el testimonio vivo de la alegría del Evangelio, capaz de infundir esperanza en los corazones de los demás.
"¡AHÍ ESTÁ TU DIOS!": La Presencia de un Dios que consuela, el Dios promesa. A pesar de… está siempre presente, cercano y dispuesto a consolar. Para nosotras un ancla de esperanza y para nuestros hermanos la posibilidad de hacerlo visible en nuestras acciones.
La invitación a "subir a un alto monte" es un llamado a una consagración renovada ¡¡¡Para que tengan vida!!!, una vida centrada en Dios que se nutre desde la vida en comunidad renovada y reconciliada para la MISION. Nos convertimos en signos de esperanza cuando nos acercamos cada vez mas al ideal de una Economía del Bien Común, solidaria, sostenible y sustentable. Cuando cultivamos el auto cuidado y bienestar para cuidar. Cuando la Obediencia parte del profundo arte de ser discípulas que Escuchan cada mañana el querer de Dios y se actúa en consecuencia y de un liderazgo transformador que renueve nuestro compromiso con la misión. Sin duda es una experiencia posible del fino arte de la RENOVACION, RECONSTRUCION Y RESTAURACION; SINTIENDONOS LLAMADAS A SER PORTADORAS DE LA BUENA NOTICIA DE LA SALVACION Y CONSOLACION DE DIOS.